¿Qué es la obesidad y qué podemos hacer para evitarla?


Obesidad


¿Te ha pasado que alguna vez tienes unos kilitos de más y dices: “estoy obesa”? Cuidado, no es lo mismo subir un par de kilos que empezar una subida evolutiva de peso, así que nada de tomárselo a la ligera, la obesidad es una enfermedad que puede traerte muchas complicaciones y aunque no lo parece, puede estar relacionada con tus hábitos y estilos de vida, sí, pero con tus pensamientos y emociones también, sin duda.

Lo importante no es estar delgada, lo realmente importante es estar S A N A, si estas sana, estarás delgada sin esfuerzo.

Debo admitir que personalmente nunca he sido diagnosticada con obesidad, mi peso ha tenido tendencia más a estar por debajo que por encima de mi peso ideal, sin embargo, veo con frecuencia como la obesidad va ganando terreno en amigos y familiares y es algo que me genera gran preocupación puesto que considero que la obesidad es una enfermedad muy peligrosa que nos acecha constantemente, es el principal factor de riesgo para la depresión, enfermedades cardíacas, diabetes, cáncer y otras que acaban con la vida de las 2/3 partes de la población. ¡Muy grave!

Nos hicieron creer que las grasas eran malas porque nos engordaban, y que necesitábamos del pan y el azúcar cada día para darle energía a nuestro cuerpo; nos han vendido la idea de que estar sentados frente a un computador es la mejor forma de producir y de pasar nuestra vida, hoy quiero contarte que todo esto son creencias erróneas que aún estamos a tiempo de cambiar para mejorar nuestra vida.

¿Qué es la obesidad?

Para empezar a combatirla, debemos tener claro cuándo esos kilos de más se convierten en un diagnóstico de obesidad, ¿verdad? La obesidad hace referencia al exceso de peso que tenemos en el cuerpo, es definida como una acumulación anormal o excesiva de grasa que en ocasiones puede causar graves problemas a nuestra salud. La obesidad es la acumulación excesiva de grasa corporal, que trae como consecuencia el deterioro de tu cuerpo. Es considerada la enfermedad metabólica más prevalente del mundo occidental y de nuestros tiempos. Además, la pueden padecer tanto hombres como mujeres.

Con la obesidad las calorías extras que le ponemos a nuestro cuerpo, se convierten en tejido graso activo, el cual genera toxinas y produce inflamación crónica en diferentes órganos y esto impide que nuestro cuerpo funcione en equilibrio. Una cosa bastante importante que me gustaría comentar es que la obesidad no solo puede traer complicaciones físicas graves, sino también psicológicas, y es ahí cuando más atención debemos prestar. Normalmente quienes padecen obesidad conviven con los fantasmas de las burlas lo que conlleva a una baja autoestima, falta de amor propio y una vida tortuosa que se puede evitar con actos de amor y conciencia.

Ahora sí, ¿en qué consiste la obesidad? ¿Cómo sé si tengo obesidad o sobrepeso?

Para determinar la obesidad, los especialistas calculan el índice de masa corporal (IMC) teniendo en cuenta el peso y la altura de una persona para medir su tamaño corporal. La Organización Mundial de la Salud dice que podemos tener obesidad cuando el índice de masa corporal supera los 30kg por m2(tu estatura al cuadrado) y sobrepeso cuando tu masa corporal supera los 25kg por m2.

Suena complicado, ¿verdad? Pues en realidad es más sencillo de lo que parece, lo que indican es que, por ejemplo, una persona con 80 kilos de peso y 1.70 de estatura (1.70x1.70=2.89), deberá dividir 80 entre 2.89 lo que daría un resultado de 27.68, índice que la ubica en el nivel de sobrepeso, pero muy cercana la obesidad. Anímate a hacer el cálculo si tienes curiosidad y si descubres que tienes alguna de las dos, te invito a hacer cambios en tus hábitos, recuerda que no estás sol@ y estoy aquí para ayudar.

Recuerda que calcular tu índice de masa corporal te ayuda para detectar la obesidad, pero también si estás por debajo de tu peso y corres riesgo de desnutrición o incluso anorexia.

Diferencia entre sobrepeso y obesidad

Cuando hablamos de sobrepeso u obesidad nos referimos al hecho de tener más grasa corporal de la que se considera saludable. Ambos se utilizan para identificar a las personas que corren el riesgo de tener problemas de salud por tener demasiada grasa corporal. Sin embargo, el término "obeso" generalmente significa una cantidad mucho mayor de grasa corporal que "sobrepeso".

Todos necesitamos algo de grasa corporal para obtener energía, aislamiento térmico y otras funciones corporales. Sin embargo, consumir demasiado puede provocar problemas de salud graves. Cuanta más grasa corporal tengas, mayor es el riesgo que corre tu salud, ya sea de padecer diabetes, enfermedad renal, enfermedad cardíaca y otros problemas que no queremos para nosotros.

Causas de la obesidad

Ahora que puedes determinar si tienes obesidad o sobrepeso, o si afortunadamente no tienes ninguna, pasemos a entender cuáles son las causas de la obesidad, es decir, cuáles son aquellos hábitos que inconscientemente nos llevan poco a poco a encontrarnos de frente con esta realidad. Siempre conociendo el origen, podremos encontrar soluciones.

Cuerpo

Aquí hago un alto para contarte uno de mis mayores descubrimientos: nadie nos ha enseñado cómo alimentarnos de forma eficiente. En mi opinión, algo tan importante y vital se revisa muy por encima en el colegio, y las madres hacen lo que pueden, pero en realidad hay mucha falta de información y conciencia.

Seguimos patrones de alimentación que están lejos de ser los ideales para nuestro cuerpo, consumimos azúcar refinada y grasas nocivas de una forma deliberada y sin darnos cuenta, no cuidamos las cantidades que comemos, no vigilamos los nutrientes que nos aporta un alimento, sino que lo comemos sin más, olvidando que cuando comemos estamos aportando información a nuestro cuerpo para que funcione correcta o incorrectamente.

Si desconocemos los nutrientes que lleva un alimento e ignoramos qué aporta ese nutriente a nuestro cuerpo, difícilmente tomaremos buenas decisiones a la hora de alimentarnos. Hoy te invito a cuidar de ti, a investigar más sobre los que te convienen, a ser más cuidados@ y selectivo a la hora de elegir los alimentos que llevas a tu boca, sólo así venceremos a la obesidad.

Está claro que la principal causa radica en comer más calorías de las que quemamos con la actividad diaria y el ejercicio, lo que, a largo plazo, provoca un aumento de peso, y con el tiempo, estas calorías adicionales se acumulan y provocan la obesidad. Pero no sólo culpemos a la comida, pues no siempre se trata solo de ingerir calorías, o de tener un estilo de vida sedentario, me gustaría recalcar que la ansiedad por comer más de lo recomendable, muchas veces, es un asunto de emociones y pensamientos. Aunque también existen otras causas o factores que pueden hacerte más o menos, propenso a la obesidad, las cuales te menciono a continuación:

Mente

¿Qué hay de las emociones? Bien, este es un tema completo en sí mismo, y muy importante de hablar. La regulación de tus emociones se realiza en el cerebro, en un lugar llamado hipotálamo; una zona del cerebro que produce hormonas que controlan: el hambre, los estados de ánimo, líbido, el sueño, la sed, frecuencia cardíaca y temperatura corporal.

Cuando tienes en tu cuerpo acumulación de emociones negativas y estrés, se empiezan a alterar otras funciones que regulan el hipotálamo, como la alimentación, generando una ausencia de autocontrol, adicción a la comida, lo que conlleva a un aumento del apetito y aumento de peso de forma acelerada.

Entre los sentimientos y emociones que favorecen el sobrepeso, se encuentran la soledad, el aburrimiento, la tristeza, el rechazo, el sentimiento de fracaso, miedo, falta de autoestima, y las ideas negativas; estas emociones están relacionadas en buscar alimentos altos en azúcares y carbohidratos almidonados o procesados como: los pasteles, pastas, hamburguesas… yikes! El problema es que cuando ingerimos estos alimentos, nuestro cerebro libera serotonina, uno de los neurotransmisores implicados en el placer, lo que produce un sentimiento de saciedad durante unos instantes, pero luego reaparece más apetito que antes. ¡No engañes al organismo!

Responde este test de obesidad:

  • Piensas la mayoría del tiempo en comida.
  • Tienes momentos de atracón.
  • La culpa es algo familiar para ti.
  • No sabes distinguir entre antojo, hambre genuina o ansiedad.
  • Comes más rápido que la mayoría de las personas.

Si respondiste sí a más de 1 de estos puntos, es probable que canalices tus emociones a través de la comida; pero no te preocupes, existe una salida, no se trata de una nueva dieta o de un régimen de ejercicio, se trata de reaprender a comer, recuperar tu capacidad conectarte con tu cuerpo y de disfrutar tus alimentos sin culpa dándole a tu cuerpo lo que realmente necesita.

No te comas tus emociones, exprésalas de manera positiva

Para superar este desafío es necesario afrontar las emociones con las que no te sientes a gusto, date el permiso de expresarlas sin acallarlas con comida. Tus emociones tienen un mensaje para ti, tus emociones son las que te guían para tomar mejores decisiones. Conócete a ti mism@, conoce tus emociones y aprende a entenderte.

Espíritu

Hablemos de otro factor importante y profundo que influye enormemente en tu salud: Desconexión del ser. Cuando te separas de tu verdadero yo, puede ser más difícil sentir las emociones, lo que te ha llevado a olvidarte de ti, y a crear hábitos no tan sanos, comparándote, juzgándote y de nuevo a vivir en el miedo, ocasionándote esos kilos de más. Tu cuerpo no es sino un reflejo de tu espíritu, y tanto tus pensamientos como tus células reaccionan cuando les recuerdas su perfección. Esto sucede cuando sustituyes el miedo por amor.

La intimidad nos cura. Y para experimentar intimidad se requiere conectar, cuando te conectas con tu ser superior como tú quieras llamarlo: Dios, energía divina o universo, te ayudará a sentirte a salvo. Y cuando experimentes esa paz y seguridad, serás capaz de tomar decisiones sabias.

Sintoniza tu cuerpo y mente

¿En qué idioma hablan tu cerebro y tu cuerpo? ¡Sin ninguna duda, hablan tu idioma! Por esto como te expliqué anteriormente la conexión con tu ser, la comunicación de tu cuerpo y mente es esencial, pero la verdad es que, esa comunicación depende realmente de ti.

Empieza por enfocar la atención en el campo energético, el campo espiritual: conexión cuerpo, mente y espíritu, llegarás a una transformación, a una la libertad mental y emocional.

La consciencia es un requisito indispensable para sanar. La oración y meditación son técnicas espirituales para afrontar estrés, emociones y ansiedades. Su poder de transformación y su capacidad de interferir en tu estado interior, puede hacer cambiar tus emociones negativas en emociones positivas proporcionando una experiencia directa de lo que significa sentirse feliz y en paz.

¡TE DEJO ESTE EJERCICIO! Pónlo en práctica

Siéntate en un lugar calmado, cierra tus ojos y comienza a escuchar tu respiración.

👁️Imagina que tu exceso de peso es una pared llena de ladrillos que llevas contigo a todas partes. Tu inconsciente ha construido esa muralla con el propósito de aislarte de los demás y de la vida misma. El miedo ha sido el impulsor de ese muro.

👁️Si miras la pared de cerca, verás que cada ladrillo lleva algo escrito: Vergüenza, Rabia, Miedo, Rencor, estrés, Pena, Injusticia, envidia, pereza, inseguridad, separación y complejo de inferioridad.

👁️Acéptalas, agradécelas y llenándote de una luz blanca: Crea una imagen visual interna del aspecto que quieres tener, así estás “programándote” para tener exactamente esta imagen y no otra. Es la manera más eficiente de hablar a tu mente inconsciente y a tu cerebro para hacerle saber que de ahora en adelante: el amor será ́ la fuerza que lo derribará.

👁️La imagen que acabas de evocar es tan real como la silla en la que estás. Y no sólo describe una ilusión en general; expresa la conexión de tu cuerpo, mente y espíritu.

👁️En presencia de tu verdadero yo, cualquier palabra, cualquier elección, cualquier apetito, energía o manifestación que no reflejen tu belleza... se desvanecerá. No renunciarás a los alimentos que no te convienen; sencillamente no los tendrás en cuenta, porque ya no te atraerán, porque sabrás que alimentarse saludable y coherentemente es un acto de amor propio que te vas a dar.

Otras causas comunes de obesidad

✱ Genética:

Atent@ si en tu familia existe registro de obesidad pues podrías heredar factores genéticos como la eficiencia con la que tu cuerpo convierte los alimentos en energía.

✱ Estrés y ansiedad:

Son los detonantes más frecuentes de malos hábitos y de ganas de comer sin apetito.

✱ Envejecer:

Cuando envejecemos nuestro cuerpo cuenta con menor porcentaje de masa muscular ralentizando la tasa metabólica, lo que facilita el aumento de peso.

✱ Sedentarismo:

Cuando no aportamos movimiento al cuerpo a causa del trabajo, e incorporamos la cultura de entretenimiento moderno.

✱ No dormir lo suficiente:

Esto puede provocar cambios hormonales en ti que te hacen sentir más hambriento y antojo de ciertos alimentos ricos en calorías.

✱ Ser mujer:

Ya sea por el embarazo, la menopausia o padecer síndrome de ovario poliquístico.

¿Qué factores incrementan la obesidad?

Durante nuestra vida hemos estado expuestos a una combinación compleja de factores puede aumentar el riesgo de padecer obesidad. ¡Pero estamos a tiempo! Podemos cambiar la manera en la que estos factores influyen en nuestra salud, lo primero es conocer qué podemos cambiar.

Factores de la obesidad

Genética

Puede ser que tengas genes que dificulten tu capacidad para perder peso, pero esto no lo hace imposible si se tratan los antecedentes familiares desde un principio, ¡solo hay que poner manos a la obra!
Obesidad

Medio ambiente y comunidad

El entorno de tu casa, la escuela y tu comunidad puede influir en cómo y qué comes, y qué tan activo eres. Esto puede ser si: vives en un vecindario con opciones limitadas de alimentos saludables o con muchas opciones de alimentos ricos en calorías, como de comida rápida.
Factores de la obesidad

Factores psicológicos y otros

La depresión a veces puede llevar a un aumento de peso, ya que puedes recurrir a la comida en busca de consuelo emocional. Dejar de fumar siempre es algo bueno, pero también provoca un aumento excesivo de peso, al menos después del período de abstinencia inicial. Los medicamentos, como los esteroides, anticonceptivos y antidepresivos también influyen en el riesgo de aumento de peso.

Tipos de obesidad

Ahora que ya vamos entendiendo qué es esta enfermedad y por qué se genera, te preguntarás si existen tipos de obesidad en donde unos sean más graves que los otros. Y la respuesta es que sí, dentro de la misma enfermedad hay clasificaciones que si queremos entenderlo mejor debemos volver al tema de Índice de Masa Corporal (IMC) porque es según este indicador que se clasifican los tipos de obesidad. Cuanto mayor sea el IMC, mayores riesgos para la salud.

También existen dos formas más sencillas de clasificar los tipos de obesidad según el lugar donde se acumula tejido graso, tienes que estar atent@ porque puede hablar de lo avanzada que está la enfermedad.

Obesidad central o androide:

¡Grasita en la panza! Aquí es cuando el tejido graso está localizado en el abdomen. Normalmente se presenta en hombres o mujeres mayores de 40 años, aunque también es posible en mujeres jóvenes y niños. Mucho más que hacernos sentir mal por nuestro físico, este tipo de obesidad representa un alto riesgo cardiovascular.

Obesidad periférica o ginoide:

¡La grasita se reparte! Ocurre cuando la grasa está repartida de forma equilibrada en todo el cuerpo o puede estar concentrada en glúteos, muslos y caderas. Es más común en mujeres y tiene menor riesgo cardiovascular.

¡Actúa! Antes de sentir las consecuencias de la obesidad

Enfermedades que produce la obesidad

Seguir la vida feliz y campante cuando se tiene obesidad y no tomar medidas para sanar puede traer consecuencias muy graves para nuestra salud, para nuestra felicidad. Claro que se vale tener grasita, claro que se vale amar nuestro cuerpo tal y como es, pero también se vale aceptar si tus gorditos empiezan a crecer sin parar y tú ya no diferencias cuando comes con apetito o cuando comes sólo por comer.

Enciende las alarmas antes de que sea tarde puesto que, si tienes obesidad, corres un mayor riesgo de padecer muchas enfermedades y afecciones graves que se convertirán en una vida dolorosa y difícil de llevar. ¡No lo permitas! Entre las más comunes desencadenadas por la obesidad están incluidas las siguientes:

  • Todas las causas de muerte (mortalidad).
  • Presión arterial alta (hipertensión).
  • Colesterol LDL alto, colesterol HDL bajo o niveles altos de triglicéridos (dislipidemia).
  • Diabetes tipo 2.
  • Enfermedad coronaria.
  • Infarto.
  • Enfermedad de la vesícula.
  • Osteoartritis (ruptura del cartílago y hueso dentro de una articulación)
  • Apnea del sueño y problemas respiratorios.
  • Muchos tipos de cáncer.
  • Baja calidad de vida.
  • Enfermedad mental como depresión clínica, ansiedad y otros trastornos mentales.
  • Enfermedad de la vesícula.
  • Dolor corporal y dificultad para el funcionamiento físico.

¡Ánimo! Estoy aquí para acompañarte en el proceso de encontrar el bienestar y reconciliarte con la comida.

Como te has podido dar cuenta, la obesidad es una enfermedad con consecuencias fuertes en nuestra vida no sólo en nuestro aspecto, pero la buena noticia es que está completamente en nuestras manos, el evitar llegar a vivirla o dejarla atrás si estamos atravesando por ella. Déjame sugerir algunas prácticas y consejos que pueden ayudarte en esa transformación de la consciencia que te permita tomar hábitos saludables que te alejen de la obesidad.

Cómo prevenir la obesidad con hábitos holísticos

Sabes que no concibo una sanación del cuerpo, sin plantearme lo que pasa por mis emociones y por mis pensamientos. Por eso el principal consejo que te daré para prevenir la obesidad, no será hacer dieta, porque en la obesidad influyen otros factores más allá de la alimentación, es también quitarse el peso que llevan a cuestas tanto la mente como el espíritu para desbloquear todo tu ser y fluir con espontaneidad.

Ten en cuenta las siguientes recomendaciones y empieza tu transformación:

🏳 Mejora la relación con los alimentos, mantente presente en el momento de la comida practicando mindfulness, que es en lo que más se debe enfocar la alimentación, más que en dietas milagrosas. Con ello desarrollarás hábitos de alimentación intuitiva que se centran en cómo te sientes antes de comer, que te permitirán reconocer si tienes mucha hambre o en realidad no es hambre.

🎖Conéctate con personas que te inspiren, que tengan tus mismas metas o que las hayan alcanzado; health coachers, que te apoyen en los cambios de hábitos a través de experiencias.

🍎Consume alimentos ricos en nutrientes. Aproximadamente, el 90% de las personas tenemos deficiencia en algún nutriente y eso hace que nos provoque antojos.

💡Aprende a organizar la cocina. Lo que tenemos en la despensa tiene un impacto significativo en la selección de alimentos que hacemos. Si quieres perder peso, es más fácil si tienes consciencia de lo que tienes en la nevera; así, en lugar de tomar un snack procesado de calorías vacías, tomarás alimentos con nutrientes, frutas, nueces o semillas, de fácil acceso que ya tengas organizados en tu cocina.

💪¡A moverse! Aunque muchos trabajamos en el computador por largas horas, siempre debemos procurar un tiempo para ejercitarnos; buscar un lugar que permita el movimiento, parquear lejos para caminar hasta la entrada o irse en bicicleta al trabajo, usar las escaleras, entre otras actividades que nos hagan estar en movimiento constante.

🌤Reducir el estrés, ya que esto nos genera ansiedad por la comida. Te recomiendo practicar la meditación o respiración consciente, incluso masticar mejor los alimentos, esto hace que nos saciemos y nos sintamos más satisfechos.

¡Evita el camino rápido! Logra una sanación duradera

Sé que hay alternativas que te prometen una “cura” a la obesidad de forma rápida, pero está muy alejado de ser la sanación interna que necesitas para combatir el problema de raíz. Una transformación física sin apoyo en las emociones y pensamientos, no es completa.

La cirugía bariátrica, el baypass o la liposucción, son alternativas eficientes para algunos pacientes, se necesita reunir condiciones físicas y hasta psicológicas para ser apto para estas intervenciones. Lo ideal es buscar sanar a través de educación, de hábitos, haciendo lo que haría una cirugía, pero de forma natural porque así sí que será duradera y no representa un riesgo extra para la salud.

De igual forma ocurre con pastillas “milagrosas” que te muestran una realidad que no se puede sostener en el tiempo, o que incluso comprometen de la misma manera tu salud; el único milagro que tienes que buscar es el de apreciar tu vida tanto como para cuidarla desde tu intuición, sintiendo y sabiendo qué es lo que te hace bien.

Acaba con los problemas de obesidad gracias a la Nutrición Holística

¡Te ofrezco esta alternativa! La nutrición holística no es una dieta sino más bien un enfoque de alimentación universal, que incluye alimentos saludables y nutritivos, pero también la actitud frente a ese momento de comer o de hacer ejercicios.

Nutrirse de forma holística no priva a las personas de comida, tampoco los hace sentir culpables o con miedo al fracaso de intentar dietas y que ninguna funcione, lo que termina por llevar a las personas a desistir de perder peso, y finalmente en guerra con la comida. Es, por el contrario, una reconciliación con la comida y el bienestar que nos aporta.

Cómo curar la obesidad de forma holística

Alimentos que debes evitar para sanar la obesidad

En nutrición holística un cuerpo perfecto es consciente de la necesidad de llegar a una mejor versión para mantenerse saludable, activo, ágil y vital. Si queremos bajar de peso y sentirnos saludables debemos sacarle provecho a la mejor medicina: la alimentación, pero una alimentación saludable y sobre todo consciente.

1. La comida es la información que le damos al cuerpo. No pienses en comer solo para estar lleno, o porque te toca con las horas del reloj, se cuidadoso con los alimentos que eliges, así como te gusta ser cuidadoso con tu piel, o cabello, escoge los mejores alimentos para tu cuerpo.

2. Algo que debes comprender es que no todas las “calorías” son iguales. Necesitas lo esencial o los nutrientes esenciales aportados y presentes en cada uno de los grupos de alimentos: proteínas, carbohidratos y grasas.

3. No le tengas miedo a las grasas, si consumes las grasas correctas y saludables te ayudarán a bajar de peso.

4. No se trata de no comer tal o cual producto sino de comer el tipo correcto de grasas, proteínas y carbohidratos. La obesidad y la nutrición están, lógicamente, muy vinculadas.

5. Evita los carbohidratos que yo llamo “muertos” o vacíos: los cereales elaborados, los azúcares refinados, los almidones (papa, arroz, yuca) en cantidades grandes. Suprimir el pan, los productos elaborados del trigo y el azúcar de mesa.

6. La mayor parte de programas para perder peso no prestan ninguna atención a la conexión mente-cuerpo y ahí es donde fallan. Existen tensiones no físicas que disparan nuestro metabolismo. No considerarlas es un error.

Recuerda que ningún extremo es saludable, ACÉPTATE, PERO NO TE CONFORMES. No estés enfocad@ en adelgazar, sino en TRANSFORMAR HÁBITOS DE VIDA PARA REJUVENECER EN FORMA NATURAL y vivir muchos años lleno de salud.