Escuchar a tu cuerpo, a tu instinto; alimentar tu espíritu, tus emociones y tu corazón son quizá las formas de meditación más profunda y consciente para una sanación integral, armoniosa, pero sobre todo natural de nuestro ser. Déjame contarte como aprender a meditar de la forma más fácil.
¿Te ha pasado alguna vez que antes de una reunión importante te duela el estómago, o te sientas mareada e incluso te suden las manos? O para no ir tan lejos ¿has sentido intensos dolores de cabeza u otras dolencias a causa del estrés que experimentas a diario? Bueno, pues esos son apenas unos ejemplos de la forma en la que están maravillosamente conectados mente y cuerpo. Quizá para ti no sea una novedad, pero para mí fue toda una revelación entender que era gracias a esa conexión que no era tan loco pensar que tanto mis pensamientos como mis emociones podrían afectar o mejorar mi salud física.
La mente es una construcción de pensamientos, creencias, sentimientos y emociones que, como ya te lo he dicho en entradas anteriores, pueden jugarte muy a favor o muy en contra para tu bienestar. No hay que ir tan lejos para intuir que esa conexión psico- emocional entre cuerpo y mente puede ser una herramienta poderosísima de transformación y te voy a contar como aprender a meditar en 3 sencillos pasos donde la meditación juega un rol importantísimo, porque es casi como el gym de la mente.
¿Qué es meditar?
Lo primero que quiero que sepas es que la meditación ha sido para mí una de las prácticas más transparentes de autoconocimiento y autocontemplación donde he podido encontrar paz, tranquilidad y una verdadera conexión con el presente. Va más allá de poner la mente en blanco, es casi una forma consciente de elevar mi energía interna para vibrar, fluir y sanar.
¿Cómo aprender a meditar?
En la actualidad existen muchas formas y disciplinas para meditar, basta con googlear, o descargar una app en tu teléfono, o seguir una de esas meditaciones guiadas tan populares en Youtube para saber un poquito más acerca de cómo funciona, es tu papel elegir la que mejor se adapte a tu día a día y en la medida también que tu cerebro, cuerpo y corazón estén dispuestos a recibirla.
¿Cómo meditar? ¡Apunta estos 3 pasos!
1. Elige un lugar, uno que te guste, que te traiga paz. Es importante elegir este espacio pues se convertirá en tu pequeño refugio de relajación. A mí me encanta meditar en mi habitación o espacios libres en la naturaleza, mi mejor hora en las mañanas porque me ayuda a conservar mi nivel de energía durante el día, incluso cuando se filtran pensamientos negativos, la tranquilidad y los sonidos de los espacios que busco conectar con mi ser😊
2. Ponte cómod@, parece obvio, pero es importante que uses la ropa apropiada para que durante la meditación puedas concentrarte en lo que vas a experimentar y no en esos calcetines que traes puestos que te marcan en los tobillos. Recuerda que es como ir al gym mental, necesitas seguir un dress code de meditación y mientras más simple, mejor.
3. Respira profundo y despeja tu mente, a mí me funciona mucho concentrarme en un objeto, una palabra o una frase. De esta manera busco dejar la mente en blanco mientras dejo fluir mis emociones, pensamientos y todo eso que no me ha permitido encontrar calma, o aquello en lo que necesito trabajar: ¿paciencia?, ¿compasión?, ¿perdón?, ¿generosidad? R e s p i r a.
Es así como con este 1, 2, 3 estarás más que list@ para comenzar a ejercitar/sanar tu cuerpo desde la mente.
¿Cuántas veces es recomendable meditar?
bueno, más allá de pensar si existe una cantidad de veces necesarias a la semana o al mes para meditar te invito en principio a incluirlo en tu rutina. A mis amigas les recomiendo siempre comenzar con 5 minutos al día e ir aumentando el tiempo e intensidad durante la semana, en la medida que les sea posible ya que lo importante es la calidad, la coherencia y respeto con la que se practique y no en la cantidad. Al final es casi tan simple como escuchar tu interior y dejar que sea tu guía en cada sesión.
Lo beneficios que alcanzas con el poder de la meditación son muchísimos, y no lo digo solo yo, hay toda una evidencia detrás que lo respalda. Quizás lo mejor es que no existe una meditación perfecta, ni un único método, ni un momento especial en la vida para decidir empezar, lo único que de verdad importa es alimentar tu voluntad para hacerlo.
Comienza hoy, repite mañana, mantente fuerte y repite.
PD: si tienes tendencia a la depresión y la ansiedad, la meditación es una de las medicinas naturales más potentes que encontrarás.