Tus pensamientos sanan o enferman tu cuerpo.
Sana cuerpo y mente controlando la forma en que tu cerebro procesa la información. Evita que tu cerebro produzca sustancias tóxicas a causa de estrés.
A que suena un poco esotérico, ¿verdad? Te invito a que hoy hagas un paréntesis y te detengas a pensar por un momento sobre el papel de tu cerebro en las enfermedades que padeces. Hoy haz un acto de humildad y atrévete a replantear tu forma de pensar, cambia el chip por un momento y puede que descubras avances importantes para curar aquellas dolencias que no te dejan vivir en paz.
Muchas enfermedades como la ansiedad, la depresión y el cáncer entre otras, que se tratan con medicamentos fuertes pueden evitarse cuando aprendes a re-configurar tu mente, alterando el “orden” en que ha venido funcionado. Hay que ir a la causa original porque más allá de todo, los medicamentos pueden funcionar como parches o respuestas temporales, pero no la solución definitiva.
Es lógico creer que todas las enfermedades se presentan por condiciones físicas de nuestro cuerpo y que las enfermedades mentales nada tiene que ver con los dolores del cuerpo. Es como que todo lo relacionado con el cerebro está fuera de nuestro control y nos viven diciendo que “hay que aceptar que somos como somos”.
¿Y qué pasa si te digo que no es así? ¿Qué pasa si por un momento culpas a tus pensamientos de esa taquicardia? ¿O de ese dolor de cabeza constante? Peor aún, ¿Y si tu cuerpo está bien y tu cerebro te engaña al hacerte creer que todo va mal?
Tu cerebro puede ser tu peor enemigo
No lo tomes a mal, pero si algo he aprendido en este camino es que el cerebro puede ser “tu peor enemigo”. Creemos que es nuestro mejor aliado, pero en la mayoría de las veces nos ofrece una realidad distorsionada que nos “sobre-preocupa” y esto está directamente relacionado con respuestas físicas que si no se cuidan pueden llegar a convertirse en enfermedades más serias.
Tu cerebro puede ser tu mejor amigo
¿Y qué tal si te cambio la frase a algo más positivo? Porque si, otra cosa que también aprendí es que tu cerebro puede ser tu mejor amigo, pero todo depende de ti. El cerebro es como ese amigo tóxico al que si se le haces caso termina contaminándote y llenándote de sensaciones negativas, angustias y
preocupaciones. Pero, si a ese amigo no le prestas atención cuando se pone negativo, si lo contagias con buenos pensamientos, eres amoroso y compasivo con él, se dejará llevar.
¡Controla tu mente!
Cada vez que pongas en consideración algo, tu cerebro te va a enseñar la parte mala, la parte fea. ¿Lo has vivido? La mayoría de veces te está preocupando de más con pensamientos negativos que no son reales. No prestes atención a pensamientos negativos. ¡Nunca!
Aprende a decir: eso no es cierto
Te son familiares pensamientos como: Mi pareja me miente, no le importo a mi familia, no tengo amigos, no sirvo para esto, lo hago todo mal…
Cada vez que aparezcan, saca tu pistolita “Eso no es cierto” y acaba con esos pensamientos que aparte de negativos son todos mentira. Y no porque yo lo diga, sino porque si eres objetivo de verdad descubrirás que nunca has descubierto una mentira de tu pareja, que tu familia lleva años trabajando duro para ti, que tus amigos te tienen en cuenta para todo, que llevas 5 años trabajando en eso para lo que dices no servir y que en tu vida habrás recibido como mínimo 10 felicitaciones por algo que has hecho. ¡Aprende a darte crédito y a celebrar cada pequeña victoria! Empieza hoy, es super sanador, te lo prometo.
Ríete de tus pensamientos negativos
“Es que si pierdo este trabajo no voy a tener dinero para el alquiler, ni para comer, mi pareja me abandonará, mis amigos no querrán estar conmigo, mi familia se enojará, me quedaré completamente solo, tendré que pedir monedas en la calle, un meteorito me caerá encima y empezará la tercera guerra mundial”
¿Te das cuenta de lo exagerada que puede ser nuestra mente? La mayoría de pensamientos en cadena que te “amenazan” y te causan malestar, son casi de ficción y solo te servirán si andas buscando inspiración para una nueva serie dramática en Netflix 😛 ya que normalmente empieza uno y luego se asocia otro y otro y luego a otro y así hasta que terminas en la tercera guerra mundial.
Aprende a reconocerlos y a burlarte de la situación, así le restarás importancia y podrás enfocarte en otra cosa. No des por sentado que eso es lo que va a ocurrir, sino que visualiza todo lo contrario
“Si pierdo este trabajo me saldrá otro mejor, me mudaré a un apartamento más bonito e igual estaré feliz con mi pareja”
Repite en tu mente: todo estará bien
Suena algo hippie, sí, pero lo dejé para el final porque de todo lo que acabas de leer esto es lo más importante que debes interiorizar. Siempre que tu mente intente hacerte una mala pasada, para, respira y repítete para ti mismo: todo estará bien, las veces que sea necesario hasta que te lo creas. Puede que sientas que es una tontería, pero este acto de apariencia simple e insignificante puede devolverte tranquilidad y librarte de muchas enfermedades.
Todo estará bien.