Quiero enseñarte el método más eficaz para sanar tu cuerpo de manera sencilla con una alimentación saludable; sin fórmulas, sin demasiadas reglas y sin culpas. El secreto está en el autoconocimiento, un poco de investigación local y mucha inspiración en tus recetas.
¿Te ha pasado que muchas veces has sentido el impulso de mejorar tu dieta y tus hábitos, pero honestamente no sabes ni por dónde empezar? Buscas recetas saludables en internet, pides que te recomienden alguna dieta, visitas restaurantes veganos…pero no estás del todo segura sobre cómo hacerlo.
Debes saber que esto ocurre cuando quieres lanzarte al agua sin tener un conocimiento previo, sin una base, sin conciencia. Si empezaras por el principio todo lo demás sería pan comido. Con esto quiero decirte que no es la receta lo que importa, lo que en realidad importa es entender el impacto que tiene cada ingrediente dentro de tu organismo.
Una vez interiorizas el papel de los alimentos en tu cuerpo, tu cerebro hará un “twist” automático para rechazar los alimentos que no te convienen, y te proporcionará la creatividad necesaria para reemplazar esos alimentos por unos más propicios y benéficos para tu salud, garantizando así que sin esfuerzo crees una alimentación sana. Por increíble que suene, ¡es así!
¿Qué es la alimentación saludable?
Seguro que esta pregunta ha rondado por tu cabeza más de una vez, por eso en esta guía reconocerás que comer saludablemente no es hacer dieta. Que tu alimentación debe ser inspiracional, no perfecta. Que una buena alimentación es aquella que contribuye a tu bienestar, al de tu familia, al del mundo y al del medio ambiente.
Te contaré cómo hacer los cambios que tu cuerpo necesita; aprenderás a convertir a tu cuerpo en tu mejor aliado para alimentarte correctamente, con las cantidades óptimas de macronutrientes (grasas saludables, proteínas, carbohidratos almidonados y no almidonados), micronutrientes (vitaminas y minerales), fitonutrientes y otros factores vitales para que nuestro cuerpo funcione de una manera eficiente. No te puedes equivocar con estos principios, sé paciente y recuerda comenzar con pequeños pasos. Un día a la vez.
¿Dieta saludable universal? Ehhhmm no.
¿Recuerdas aquella pirámide alimenticia que nos enseñaron en el colegio, en donde la base había un montón de cereales, pasta y panes muy abundantes y que en la punta aparecían casi invisibles algunas grasas?
Lo más revelador que quiero explicarte en esta guía es que las cosas han cambiado. Y no porque las personas hayamos cambiado, sino porque la conciencia ahora es otra. Cada cuerpo es diferente y necesita una alimentación de acuerdo a sus propias necesidades.
Lo que sí existen son principios básicos que como especie nos funcionan bien a todos, y es lo que te explicaré a continuación -a modo de recomendación- para que lo tomes como base a la hora de empezar tu cambio.
10 recomendaciones de nutrición para una dieta saludable
#1) Vegetales sí o sí:
Come principalmente vegetales, muchos vegetales. Si me preguntas a mi te diría que la mitad de tu plato debería estar siempre cubierto de verduras, tanto crudas como cocidas, especialmente verduras en una variedad de colores, cuanto más profundo sea el color, mejor.
La mezcla completa de arcoíris está repleta de una fuente abundante de antioxidantes, flavonoides y otros compuestos vegetales que han demostrado promover la salud, ayudar a prevenir enfermedades y proteger su cuerpo contra la inflamación. Te recomiendo mínimo entre 4-5 porciones al día.
#2) Más despacio con las frutas:
Son deliciosas, lo sé pero te diría que lo mejor es elegir frutas de bajo índice glicémico como las bayas (uvas, moras, fresas, etc) para moderar la carga de azúcar. Disfruta otras más dulces como postre en reemplazo de repostería. Nunca olvides que las frutas son sanas, pero están cargadas de azúcar, claro está que es azúcar bueno del cual tampoco es recomendable abusar.
Recuerda ir más despacio con las frutas porque a diferencia de los vegetales donde nunca sufrirás una sobredosis, con el consumo excesivo de frutas sí que puedes llegar sufrir de sobre dosis. Si consumes fruta, es preferible consumirla completa antes que en jugo, ya que al licuarla y colarla pierde toda su fibra y se convierte en una bebida azucarada.
#3) Consume más grasas saludables:
En la naturaleza existen innumerables fuentes de grasas buenas para tu cuerpo. Un ejemplo son las nueces, semillas, el aguacate, los huevos criados en granjas, el aceite de oliva virgen sin calentar. También está el aceite de aguacate, mi favorito para cocinar. El aceite de coco orgánico extra virgen, la grasa omega 3 que encuentras en el pescado, la mantequilla de vaca alimentada con pasto o incluso la mantequilla Ghee son opciones que deben estar en tu dieta diaria puesto que está demostrado que ayudan a prevenir y revertir enfermedades.
Mantente lejos de las grasas refinadas como Canola, Girasol, Maíz, Soja, etc, son inestables, fáciles de oxidar, procesados con calor y con solventes tóxicos y pueden ser realmente inflamatorios para tu cuerpo.
#4) Aumenta tu consumo de alimentos locales, de temporada, frescos y orgánicos:
Elige alimentos criados o cultivados en formas limpias y regenerativas si es posible, compra frutas y verduras sanas y seguras siempre que sea posible; si no asegúrate de lavar bien tus alimentos antes de consumirlos.
Normalmente los alimentos exportados, necesitan muchos aditivos para conservarse y suelen tener hormonas, pesticidas, saborizantes artificiales o edulcorantes, que podrían dañar el sistema nervioso, y llenar tu organismo de toxinas que podrían aumentar el riesgo de cáncer y trastornos neurológicos degenerativos.
#5) Mantente alejado de azúcares refinados y artificiales:
Aléjate de cualquier cosa que cause un aumento en la producción de insulina y azúcar en la sangre. El azúcar y sus parientes tienden a ser altos en calorías y bajos en nutrientes valiosos.
El exceso de azúcar y particularmente las bebidas y alimentos de paquetes con endulzantes derivados de químicos puede estresar el páncreas y el hígado y hacer que las células de todo el cuerpo sean resistentes a la insulina provocando ciertas enfermedades como diabetes, aumento de peso e inflamación crónica, son todo lo que no necesitas en una alimentación saludable.
#6) Disminuye tu consumo de granos y alimentos que contengan gluten (trigo, centeno, cebada, etc.):
Todos los granos pueden aumentar el azúcar en la sangre. Trata de ingerir porciones pequeñas (1/2 a 1 taza por comida) puedes optar por las menos glicémicas como el arroz negro, quínoa, amaranto.
Ten cuidado el trigo moderno, ya no es igual que hace 25 años, hoy en día se consume principalmente como harina refinada (alias azúcar). La nueva versión híbrida tiene un mayor contenido de almidón y es rociada con el herbicida glifosato tóxico antes de la cosecha, lo que crea contaminación en tu cuerpo.
También se le aplica propionato de calcio durante su producción que es un conservador para alimentos y al ingerir estos químicos, tu cuerpo puede desarrollar dolores de cabeza, inflamación del estómago y trastornos digestivos por el GLUTEN.
#7) Elige la leche adecuada:
Muchas personas hoy en día son intolerantes a la lactosa, muchas evidencias muestran que el consumo ilimitado de productos derivados de la leche está relacionado con muchas condiciones de salud como el cáncer, enfermedades autoinmunes, incluso acné.
¡Sé que puede ser difícil vivir sin queso, pero no necesariamente tienes que hacerlo!
Trata de comer quesos de buena calidad, de origen local y animales criados en pastoreo, si puedes elegir quesos de cabra y oveja, ¡mejor aún! Los productos lácteos como kéfir y yogurt ricos en probióticos, (mientras estén alimentados con pasto y no estén llenos de azúcar añadidos).
Si quiere seguir una alimentación saludable real, asegúrate de evitar los productos lácteos procesados industrialmente, están llenos de hormonas, alérgenos y aditivos.
Las leches vegetales, bebidas no lácteas a base de coco, almendras entre otras, además ser super ricas tienen alto contenido de nutrientes para tu cuerpo.
#8) Diversifica las fuentes de proteínas:
Elige un producto animal criado regenerativamente siempre que sea posible. Las carnes de animales criados en pastoreo son fuentes ricas en minerales esenciales como hierro y zinc, si son de pastoreo también es una excelente fuente de grasas y vitamina B12.
Los huevos de pastoreo son una excelente fuente de proteína, son ricos en vitaminas y minerales, antioxidantes y una gran fuente de grasa saludable. Los pescados salvajes como el salmón son muy buena fuente de proteína y omega 3, son esenciales si quieres llevar una alimentación saludable.
#9) Sazonar con especias y hierbas curativas:
Mi tip favorito a la hora de cocinar y armar mis comidas es sazonar con cúrcuma, jengibre, pimienta, canela, orégano, ajo, tomillo y cilantro… nunca faltan en mis recetas. La mayoría de las especias y hierbas tienen poderosas propiedades para combatir la inflamación, y ayudan a curar ciertas enfermedades.
#10) Bebe mucha agua purificada y té de hierbas todos los días:
lo que pones en tu vaso es igual de importante para la buena salud como lo que pones en tu plato. ¿Cuántos de nosotros pasamos una comida con jugo de fruta, gaseosas u otra bebida azucarada? Estas bebidas con colores, sabores, y azúcares artificiales se han relacionado con un mayor riesgo de peso, diabetes y otras enfermedades.
Mis bebidas preferidas son aquellas que pueden beneficiar mi salud, la más importante es el AGUA PURA FILTRADA, (mínimo 8 o más vasos de agua al día) puedes adicionarle limón, pepino si no te gusta el sabor solo del agua.
El té es otra alternativa saludable, (2 a 4 tazas de té al día) mantienen tu cuerpo hidratado.
Recuerda: Los hábitos de alimentación saludable y estilo de vida saludables provienen de una combinación de encontrar lo que funciona realmente para ti y tu cuerpo.
Ahora pregúntate qué tan list@ estás para comenzar a comer mejor y tener una vida llena de hábitos saludables. ¡Empecemos ya, empecemos hoy!